Cómo ayudar a los niños a afrontar el trauma
El Centro de Información Multicultural, con permiso y en cooperación con el Consejo Danés para los Refugiados , ha publicado un folleto informativo sobre cómo ayudar a los niños a afrontar el trauma.

Cómo ayudar a su hijo
- Escuche al niño. Deje que hable de sus experiencias, pensamientos y sentimientos, incluso los más difíciles.
- Crea algunas rutinas diarias y horarios fijos para las comidas, la hora de dormir, etc.
- Juegue con el niño. Muchos niños procesan experiencias angustiantes a través del juego.
- Tenga paciencia. Los niños pueden necesitar hablar de lo mismo una y otra vez.
- Contacte con un trabajador social, un maestro de escuela, una enfermera escolar o un centro de salud si nota que las cosas se están volviendo demasiado difíciles o que los traumas están empeorando.
Eres importante
Los padres y cuidadores son las personas más importantes en la vida de un niño, especialmente cuando necesitan ayuda para procesar experiencias traumáticas. Una vez que se comprende cómo las experiencias traumáticas afectan a los niños, es más fácil comprender sus sentimientos y comportamiento, y ayudarlos.
Una reacción normal
El cerebro reacciona a las experiencias estresantes produciendo hormonas del estrés, que ponen al cuerpo en estado de alerta. Esto nos ayuda a pensar y actuar con rapidez, para que podamos sobrevivir a situaciones que amenazan la vida.
Si una experiencia es muy intensa y duradera, el cerebro, y a veces el cuerpo, permanecen en estado de alerta, incluso cuando la situación que amenazaba la vida ha terminado.
Buscando apoyo
Los padres también pueden experimentar eventos traumáticos que pueden afectar negativamente su bienestar. Los síntomas del trauma pueden transmitirse de padres a hijos y afectar a los niños incluso si no han experimentado directamente la situación angustiosa. Es importante buscar ayuda y
Habla con alguien sobre tus experiencias.
Hablar con el niño
Muchos padres excluyen a sus hijos de las conversaciones con adultos sobre experiencias angustiosas y emociones difíciles. Al hacerlo, creen que los protegen. Sin embargo, los niños perciben mucho más de lo que los adultos perciben, especialmente cuando algo anda mal. Sienten curiosidad y preocupación cuando se les oculta algo.
Por lo tanto, es mejor hablar con los niños sobre sus experiencias y emociones, eligiendo cuidadosamente las palabras en función de la edad del niño y su nivel de comprensión para garantizar que la explicación sea apropiada y de apoyo.
Eventos traumáticos
El trauma es una reacción normal a eventos anormales:
- La desaparición, muerte o lesión de un padre o un familiar cercano
- Lesión física
- Experimentando la guerra
- Ser testigo de violencia o amenazas
- Huir del propio hogar y del propio país
- Larga ausencia de la familia
- Abuso físico
- Violencia doméstica
- Abuso sexual
Reacciones de los niños
Los niños reaccionan de diversas maneras al trauma. Las reacciones más comunes incluyen:
- Dificultad para concentrarse y aprender cosas nuevas
- Ira, irritabilidad, cambios de humor.
- Molestias físicas como dolor de estómago, dolor de cabeza, mareos, náuseas.
- Tristeza y aislamiento
- Ansiedad y miedo
- Juego monótono o exagerado
- Inquieto e inquieto
- Llorando mucho, gritando mucho
- Aferrándose a sus padres
- Dificultad para conciliar el sueño o despertarse por la noche
- Pesadillas recurrentes
- Miedo a la oscuridad
- Miedo a los ruidos fuertes
- Miedo a estar solo